Crónicas de un aventurero

La vida de una persona normal arrugada por la ficción...

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miércoles, mayo 24, 2006

El cierre...

Como os habéis dado cuenta,últimamente escribo cada vez menos en este libro de mis vivencias personales, y si bien es cierto que me han pasado algunas cosas la mar de interesantes y aventurescas, como el desenlace de mi busqueda del libro de Aeki, o el viaje a la mansión del Barón Otto de Amlap, estoy realmente muy ocupado en la realización de experimentos y el desarrollo de nuevos sortilegios, sin contar que en estos días me invade una desgana que no puedo evitar.

Por eso he pensado que debería cerrar este libro, al menos una temporada, hasta renovar fuerzas y ganas. Quizá para entonces haya completado mi misión y mis ánimos y fuerzas arcanas ya estén recuperados. A veces pienso que no me recuperé del todo del viaje a aquella cueva negra, o del experimento temporal... pero echar la culpa a otras cosas es de cobardes, y aunque sean precavidos, los magos no debemos ser cobardes.

Entonces y disculpándome con los pocos lectores de este libro mágico especial, cierro este capítulo de pocas páginas hasta volver algún día. Con suerte será dentro de pocas semanas, o quizá dentro de meses...nunca se sabe si se puede sobrevivir a las muchas aventuras de la vida, pero siendo yo, un gran mago de renombre, no caeré ante cualquier orco o trasgo que se alce contra mí.

Sin más dilación, hasta más ver camaradas.

lunes, mayo 15, 2006

Nuevas empresas...

Polvo, polvo y más polvo. Todo mi escritorio está lleno de esta maldita materia minuscula que conjunta no hace más que molestar a la vista y al olfato cuando se levanta. Si bien es cierto que es en parte culpa mía, no puedo evitar rabiar cuando se amontona tanto, sobretodo encima de mi LVP.

Ando enfrascado en los pensamientos de mi Misión y no me doy cuenta de nada, incluso de la misma Misión, a veces pienso que doy pasos atrás, que no consigo lo que me propongo, muchas veces creo que debo olvidarla y buscar otra. Sin embargo he de seguir adelante, no puedo rendirme ahora, es MI MISIÓN, y como mago y sabio, sería de cobardes echarme atrás.

Fue por ésto que tanto polvo se ha ido acumulando por aquí (Está bien, también por algo de pereza y ocupación personal...), tampoco había mucho más que contar en este libro, sin embargo, ha surgido algo importante, una nueva empresa, otra gran misión que me ocupará esta semana: La busqueda del grimorio perdido de Eaki. Un poderoso mago que dejó atras poderosos terosos y objetos mágicos, pero lo que más me interesa es su libro de hechizos.

La busqueda comenzó hoy y me acompañaron dos viejos conocidos míos, el guerrero Chichimaru y el bribón de Mesi. Esos dos cuando se juntan pueden volverse algo pesados para un paciente mago como yo, sin embargo son útiles en la batalla. La busqueda nos llevo a las montañas cercanas a la costa llamadas Calamaioh. Unas montañas llenas de antiguas ruínas y repugnantes criaturas como trasgos u orcos.

Lo mejor que teníamos para buscar era un viejo mapa, raído y de dudosa procedencia que me vendió un anticuario. Un sucio mapa que no es de fiar, pero no tenía mejor pista que esa. La pista nos llevaba a las montañas que ya he mencionado, algo que no me pareció raro, pues como también he dicho hay muchas ruínas antiguas.

Caminamos un buen trecho cuando horrorizados nos dimos cuenta que un alud de rocas se nos venía encima. Rápidamente conjuré un muro de fuerza para evitar que nos aplastaran mientras Chichimaru y Mesi se apartaban, no pude aguantar mucho tiempo con lo que me tocó saltar a un lado chocándome contra el muro. Por suerte no fue grave y en mi atontamiento pude fijarme en unas figuras verdes se movían arriba en un desfiladero. Se trataban de orcos y no parecían tener buenas intenciones.

Una vez levantados y limpios de polvo, pude explicarle a mis camaradas el origen del peligro, aunque algo intuían pues les pareció oír algun gruñido. Algo más cautos y con las armas apunto, avanzamos por las montañas esquivando peligros naturales como barrancos y caminos poco seguros hasta llegar donde indicaba el mapa. Se trataba de unas vieja sruínas de un torreón de guardia o algo parecido, no quedaba un solo piso en pie. Nos acercamos e investigamos bien, pero tras una hora de arduo levantamiento de rocas no conseguimos nada. Fue entonces cuando me di cuenta que ese mapa era un burdo timo. Debí estar más atento pues una flecha casi me perfora el pecho de no ser por Chichimaru. Tres orcos, ahora ya descubiertos salieron de la maleza y no parecían tener buenas intenciones, uno iba armado con un arco, los otros dos con una lanza.

Mesi no dudo un segundo y se encaró con el primer orco lancero que intentó ensartarle, sin embargo éste se agachó al ver la lanza venir y rodando por el suelo perforó el estómago del orco antes de que pudiese reaccionar. Mientras el arquero colocaba otra flecha en su arco, el segundo lancero corrió hacia mí siendo interceptado por la espada de Chichimaru que rompió la lanza. Pero el orco no se echaría atrás y cargo con los puños contra Chichimaru reciniendo un duro puñetazo en su cara. Magullado y con el orgullo herido, Chichimaru giró sobre si mismo y revanó la cabeza del orco salpicándo de sangre todas sus ropas. Comentaros que la sangre de orco apesta, y que le costará mucho sacarla, jeh. Pero no olvidemos al tercer y último orco que mientras sus compañeros luchaban preparó su flecha ya colocada y me la disparó. Por suerte para mí y desgracia para él contraba ya con mi escudo de mago ya conjurado y pude parar la flecha sin mucha dificultad. El orco arquero entró en pánico al ver caer en sus compañeros e intentó huír, pero no llego muy lejos pues un rayo de energía mágica le atraveso el corazón, así es, fuí yo... (No hay muchos magos, todo sea decirlo).

Lo único que tenían los orcos era un collar extraño con una I de color dorada en el centro. Me lo quedé para examinarlo y volvimos a nuestros hogares para descansar. Ahora me hallo aquí, en mi hogar, estudiando este apestoso colgante, que huele a orco muerto...Por muchos experimentos que intento hacer no consigo descifrar su verdadera naturaleza, estoy convencido que un brujo poderoso ha sellado el collar con algún sortilegio que escapa de mis manos...

Mañana regresaré al anticuario a decirle cuatro cosas y preguntarle si ha recibido alguna nueva noticia del grimorio de Eaki, que los dioses me sean propicios...

domingo, mayo 07, 2006

Luz y Sombra

Vago por mi estudio, pienso una y otra vez si el conjuro, si el experimento alquímico arcano sobre el tiempo funcionó realmente, pues el paso de las Arenas cada vez me es más rápido. Incluso he tenido alguna ocasión en estos días de acabar mi Misión, pero soy un necio, quizá...y sólo quizá, disfrute en este estado de cumplimiento de una misión que no es tan difícil de finalizar.

Esta situación me da que pensar, ya sé que no es el mejor libro donde relatar mis pensamientos, pues tengo otros, entre ellos mi grimorio, pero quizá me deje llevar por los consejos de una persona cercana al relatar todo ésto.

No soy el más indicado al decir lo que voy a decir, no me considero un defensor de la justicia ni un héroe. Soy un aventurero, un buscador de Verdad y poder, la sabiduría es mi espada, sin embargo no siempre fue así. He podido saber, mediante sortilegios de adivinación y nigromancia, que en otros tiempos no fuí un sabio mago, sino un caballero. Un caballero defensor del honor, de los ideales, de la verdad y de la justicia. Curiosamente me llamaba igual, no sé cuanto tiempo ha pasado de una vida a otra, incluso puede que hablemos de diferentes dimensiones.

Proclamaba a los cuatro vientos la necesidad de luchar contra la Oscuridad del corazón humano, la fuerza para combatir con honor, y los ánimos para defender la justicia ante todo. Pero poco a poco me fuí dando cuenta de algo. La Oscuridad es necesaria para que la gente se de cuenta de que la Luz es mejor. Sin la oscuridad la gente se vuelve débil, vacía, sin ánimos ni sueños, pierden las ganas de vivir. ¿Ha caso había luchado en vano para nada? ¿Todo el trabajo del caballero sir Enko había sido una estupidez?. Ese pensamiento condujo a mí otro yo a la desdicha y la desesperación, hasta tal punto que murió solo y triste.

Ahora que lo veo desde mis ojos de erudito arcano, desde lejos de los reflejos del Bien y el Mal puedo decir algo. Mi otro yo llegó a una conclusión sabia, el mal es tan necesario como el bien, Ambos se necesitan, pues la falta de uno conlleva al desequilibrio del otro y el posterior caos que eso conlleva. Sin embargo él no supo aceptar la verdad y seguir trabajando en el nombre del bien, al fin y al cabo su pensamiento y filosofía inicial eran necesarios para el funcionamiento del engranaje de éste, nuestro mundo, al igual que los villanos.

Os preguntaréis que tiene todo esto que ver con el Tiempo. Sabed pues, que todo esta relacionado, y que el tiempo impregna todo, incluso los pensamientos e ideales. Por lo que os sugiero, que os toméis cada día unos minutos para reflexionar si el camino que estáis recorriendo es el que creeis correcto y que os reafirméis ante vuestra alma, si la poseeis, pues el tiempo no perdona, y quizá algún día ya sea demasiado tarde, como el desdichado del Caballero.

Creo que últimamente me he desviado un poco de la temática original de este libro de vivencias personales. No pretendo ni deseo desvelar muchos de mis secretos, ni tampoco amaestrar a los necesitados (A pesar que hay demasiados que necesitan de ello), sólo haceros ver que no sólo hay aventuras en la vida de un mago como yo, sino también pensamientos y filosofía. Cambiando de tema radicalmente, creo que escribiré sobre la Gran Prueba del gremio de aventureros.

Cada año, el gremio de aventureros organiza una prueba a través de toda la ciudad de Amlap para saber quien es el aventurero más hábil de la ciudad. Lamentablemente, los organizadores no puedes participar, con lo que no puedo ganar el primer premio, bah, quién lo necesita...

La Gran Prueba consta de muchas subpruebas: Conocimiento, combate, magia, religión, atletismo...Ningún aventurero es maestro en todos esas ramas, con lo que hace más difícil que cierto tipo de profesión gane a otro, igualar las cosas hablando claramente.

A mí, como no, me toco la prueba de magia. Fue realmente divertido ver como algunos bárbaros y guerreros cazurros intentaban dibujar símbolos alquímicos en el suelo sin tener la más remota idea, otros fueron más espabilados y estudiaron algunos libros antes de participar. Este puesto me gustaba, pero me hubiera gustado ver también otros como el de combate, donde había grandes demostraciones de habilidad con la espada y el hacha.

La Gran Prueba se demoró hasta que el sol descansó en Horizonte. Todos los organizadores y participantes nos reunimos en la Plaza Central. Nosotros empezamos el recuento de puntos mientras los participantes pacientes (unos más que otros) esperaban la lista de ganadores. Al fin acabamos de contar y descubrimos con asombro que los ganadores eran nuevos en los ámbitos del gremio. Finalmente, anunciamos a los ganadores: Los Guerreros de Tassoia.

Una pequeña banda de guerreros con ciertos conocimientos de hechicería, hábiles con la espada y con la palabra. Nos honró darle el premio y disfrutar nuevamente de sus exhibiciones de habilidad. Después de todo eso, el evento finalizó y algunos de nosotros partimos a una taberna a celebrarlo.

Y eso es todo lo relevante por contar, sin embargo estoy inquieto, pues tengo un presentimiento que no me deja dormir bien, mis sueños me atormentan y cuando estoy despierto me cuesta concentrarme. Espero que dicho presentimiento no se deba a nada malo, aunque nunca se sabe...

miércoles, mayo 03, 2006

Perdido en el tiempo...

Días, semanas, meses...años. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que abrí este libro?¿Qué es realmente el tiempo, y qué poder tiene sobre nosotros? No creo que sea una pregunta que deba hacer a los posibles lectores de este LVP, dudo que tengan los conocimientos necesarios para recrearse en una pregunta tan compleja, más siendo la mayoría de clase guerrera y armas. Oh vamos, no pretendo ofenderos ni mucho menos, sólo soy realista, los magos cierto es que somos débiles, pero nuestra sabiduría e intelecto supera el poder del acero, siempre y cuando estemos a suficiente distancia, JAH.

El tiempo nos influye de forma demasiado curiosa, puede pasar lentamente y de forma extraordinariamente rápida, depende de nuestro estado de ánimo o de nuestra necesidad de controlarlo. ¿Podemos controlar el tiempo? Hum, magos de gran poder lo han conseguido en otros tiempos, incluso yo, que soy un mago de nivel medio, puedo dominar ciertos sortilegios capaces de controlar mínimamente el poder del paso temporal, pero jamás ninguno ha sido capaz de encadenarlo, pararlo o atrasarlo. Por tanto, ¿somos esclavos del tiempo? ¿O quizás simplemente siervos voluntarias de sus arenosas aguas? Creo que estas reflexiones sólo un dios, o alguien equivalente a una divinidad podría contestarme.

¿A que viene todo ésto? Simple, mis queridos camaradas, pues digamos que el tiempo no ha transcurrido de forma normal en los "días" (Si han sido días) que llevo ausente. Me encerré en mi laboratorio con ansias de descubrimiento, repleto de mohosos libros, polvorientos pergaminos y probetas de líquidos misteriosamente mágicos. Mi objetivo no era más que conseguir adelantar el tiempo de forma rápida y eficaz, por el bien de mi Misión. Sin embargo, cuando comencé a experimentar algo salió mal, y el tiempo empezó a transcurrir de forma lenta.

Suerte de la ayuda de muchos de mis camaradas que tocaron la puerta de mi hogar incesantemente, eso pudo despertarme del letargo temporal, y pude escapar de las garras de las arenas del tiempo malditas, que sin querer, yo había creado. Ahora esas arenas han desaparecido, y yo puedo escribir con mi pluma de fenix, estas líneas.

¿Preguntáis si ha pasado algo más? Bueno, creo que éste viernes tuvimos una reunión del gremio de aventureros, referentes a un concurso de invocación de criaturas de batalla. Para variar algo salió mal y el foco conductor de invocaciones estaba averiado, con lo que los pobres magos concursantes tuvieron que invocar sus macabras criaturas de forma extraña y sacrificando más poder. Ganó una joven y prometedora hechicera, y lo importante es que todos nos divertidos y aprendimos algún que otro conjuro nuevo.

Ahora creo que he de limpiar el estropicio que he causado con mis lamentables experimentos del tiempo, una gran lección para mi pobre ego y paciencia, intentaré no cometer errores de ese tipo la próxima vez, que así sea.