Hastiado
Hasta un mago necesita descansar, se puede decir que este fin de semana ha estado repleto de sorpresas y emociones. y no, no os confundáis, no todos los días tengo aventuras sin límite donde mi vida corre un grave peligro y he de forzarme al máximo para salirme con la vmía. Eso sólo ocurre cuando tengo trabajos importantes, como el del Escribano, maldito sea él y su estirpe.
Como ya mencioné, el viernes asistí a un concilio del gremio de aventureros, donde muchos conocidos y amigos vendrían. Sería una reunión la mar de interesante, pues asistiriamos a la historia épica y romántica de una famosa trovadora, mientras conversabamos sobre nuestros logros y aventuras vividas hace poco.
Salí de mi casa como de costumbre, báculo en mano, nunca se sabe que puede pasarte a pesar de ser plena tarde. El camino fue sencillo, nada preocupante, el problema fue cuando llegue hasta el congreso de Levante. No sólo había poca gente, sino que esa maldita trovadora no había llegado. Al ser uno de los organizadores de dicho evento, tuve que dar la cara ante un grupo de aventureras amazonas, diciéndoles que el congreso se suspendía. Por suerte sólo pidieron algo a cambio, jugar a un exótico juego de piedras llamado "Primero". Me mostré algo reticente, pero...
al final algunos de mis camaradas y yo jugamos.
Después de ser vencido varias veces en "Primero", decidimos ir a una posada a cenar. Como estabamos cansados de comer nuestra comida de siempre, pues decidimos arriesgarnos yendo a una posada oriental, frecuentada por curiosos hombrecillos de ojos rasgados. Sin embargo, la mitad de gentes decidieron partir, pues parece ser que su poder adquisitivo es menor de lo que imaginaba, o quizá por algún otro motivo, soy mago, pero no adivino...
Por el camino congenié con las pocas aventureras que decidieron venir, y digo pocas, porque el resto ya eran conocidos por mí, siendo Chichimaru, Amnar (y su novia Pyh), MnK y su hermana Yobe. Dichas aventureras eran Hitomi y Miaka, curiosas mujeres, sobretodo la primera todo sea decirlo.
La cena fue perfecta, la posada tenía cierto lujo a pesar de ser económica. Nos hicieron comer con unos palos, llamados palillos, la comida. Al principio me costó dominarlos, incluso a punto estuve de incinerarlos, pero le cogí el truco. La comida era sumamente curiosa y exótica, teniendo sabores variopintos, aunque a mi gusto le faltaba sal, y como alquimista que soy, entiendo de ingredientes...
Una vez acabada la cena, cada uno fue a su respectivo hogar, yo acompañé a las nuevas conocidas hasta sus hogares, pues me venía de camino, y las calles de Amlap no tienen porqué ser seguras de noche. Así acabé el primer día, aunque...no había acabado todo, el día siguiente iba a ser movidito también, pues recordemos que había estado en una prisión encerrado el día anterior...
El sábado me desperté intranquilo, tenía un mal presentimiento. Me levanté a duras penas, entre perezas y calambres y horrorizado pude observar una nota amarillenta sobre mis pies. Marcada con un sello en forma de sombrero de pico doble, el símbolo era el del Dúo Maligno.
Abrí la carta, y para mi sorpresa era una invitación a los Jardines del Mar, territorio ampliamente conocido por el Dúo Maligno. Parece que sólo asistiría una de ellas, pues la otra había cruzado el mar, para divertirse en un congreso de brujas y malicia. La que quedaba era la bruja del bocata, también llamada N.
El punto de reunión era la tienda de artículos varios y papiros de ocasión llamada "Norma pergaminos". A pesar de ser de "ocasión", eran muchas veces más caros de lo que uno podía permitirse, aunque más de una vez he caído comprando algún artículo, o libro de conjuros... La custión es que partiendo de mi casa, para variar, y armado hasta los dientes partí hacia Norma papiros.
Cuando llegué a a tienda, ya había bastante gente, la mayoría conocidos. Fueron pasando los minutos y las gentes fueron llegando, hasta la anfitriona. Partimos de inmediato hasta los jardines del Mar. Ningún incidente, a pesar de ser muchos y llamar la atención de la guardia de la ciudad.
En los Jardines encontramos un buen lugar donde asentarnos. Durante la mañana fuímos charlando y conversando de temas dispares, otros decidieron entrenar (entre ellos Chichimaru) con una esfera metálica. Por supuetso, yo no lo hice, no tenía necesidad de "fortalecer" músculo alguno, poseo mi poderosa magia, con eso me basta y me sobra. Las horas pasaban, y como no, la bruja N nos torturó a todos con conjuros que prefiero no mencionar, sólo mencionaré que eran lascivos e incómodos. Acabé incomodo de tanta tortura "inocente", pero intenté resistir, junto a Sir Fluder, el cual estaba más demacrado que yo por la influencia de la maldad de N.
Cuando el sol comenzó a bajar, decidimos partir hasta la Plaza Central, alimentándonos algo de comida de un tenderete vulgar llamado Makhdon'al. Allí N volvió a lanzarnos otro conjuro ilusorio de tortura visual, y nos dejó prácticamente inconscientes a Kaworu y a mí, incluso la maldije por ello. Por suerte, al rato partí, despidiéndome de todos, cansado, hastiado y con ganas de volver a mi laboratorio. Y así hice, aunque pasé por el Templo de Fueko, para saludar.
El domingo lo usé para descansar y volver a mi tedio, pero tranquilo, estudio de las artes arcanas y alquímicas. Tengo un poco de desgaste mental, y necesito un respiro, sin embargo, he encontrado ganas y fuerzas para escribir aquí, ¿será gracias a la poción que he ingerido? Jeh, mejor no lo sepáis...
1 Comments:
Eiiii k ice ??? yo soy una bruja buena yo no lanzo maldiciones ademas sin la bruja R no puedo actuar
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