La Fortaleza Antigua
Como ya mencioné anteriormente, hoy visité la Fortelaza Antigua. Dicha fortaleza esta al lado de la ciudad de Amlap, diría que incluso dentro, pegada al mar. Estaba en ruínas pero recientemente, un grupo de valientes y jovenes soldados la han rescatado de su demacración para ponerla en defensa del pueblo.
En la fortaleza se celebraba una demostración de armas y armaduras, cosa interesante, incluso para un mago como yo, aunque claro está, siempre tuve interés por el arte del combate, pero eso ya es otra historia...
Como decía, se celebraba una exposición, y decidí ir a visitarla junto a unos camaradas. Ishtar la guerrera, Lura la clériga, Eiji el bardo, Mei la pícara y su amante Josh el arquero. Un gran grupo sin duda, algo caótico, pero es un buen grupo al fin y al cabo, aunque de ellos ya os hablaré en otra ocasión...En la Fortaleza, me esperaba un compañero de batallas perdidas, el caballero Sin Fluder, Kaworu para los cercanos. Había sido herido en batalla días antes y por ello tenía un puesto seguro, pero cansado, como custodio de las armas mágicas de poder que ahí se guardaban.
El camino fue un tanto angosto, las primigénias calles de la ciudad se retorcían una y otra vez para hacer la travesía difícil, incluso tuve que utilizar el conjuro de orientación para poder salir de ahí sin ningún tipo de enfrentamiento, pues a pesar de tener semejante fortaleza, los barrios cercanos son peligrosos, repletos de bandidos y traficantes de especias alucinógenas. Sea como sea, al cabo de unas horas, llegamos sanos y salvos, aunque cansados a la Fortaleza Antigua.
Kaworu nos recibió de forma amable, y mientras saludaba a algunos de mis compañeros, yo me deleitaba con las armas ahí expuestas. Armas que creía que no vería, ahí estaban... fue un gozo para mí, lástima que un campo metamágico impedía que pudiesemos apreciarlas con el tacto, pero es el precio para poder admirarlas. Una vez acabé de observar, decidí subir a la torre principal, para ver si había algo expuesto.
Arriba, en la torre, se reunía la mayoría de gentes. Barbaros y guerreros de diferentes raleas se congregaban alrededor de mesas, jugando a todo tipo de extraños juegos , importados de tierras exóticas. Incluso me encontré con viejos conocidos, espectros que creí que no vería por esos lares. No aguanté mucho el ambiente, demasiado pesado para un mago de baja constitución y poca paciencia como yo. Incluso una meretriz me acosó durante interminables minutos por motivos extraños...bajé rápidamente de la torre.
Nos despedimos de Sin Fluder, y decidimos ir al templo de Lura. Un lugar donde casi siempre ibamos a reunirnos, cómodo y eficaz y está en el centro de la ciudad, con lo que no hay problemas en la lejanía de nuestros hogares. Nos dividimos en 2, yo iría con Josh a buscar su carro, y el resto cogería el teletransporte público, que nunca iba del todo bien, pero uno ha de fiarse de los hechiceros de la ciudad si está cansado.
El camino hasta su carro se hizo ameno, y la ida hasta el templo más de lo mismo. Comentamos viejos tiempos, cuando él prácticaba con tiro, y yo era un simple aprendiz...Una vez llegamos al templo, estuvimos usando un curioso artefacto, que medía nuestro carácter en diferentes fases y te decía como eras. Yo no me fío de esos aparatos de dudosa procedencia mágica, sin embargo nos sirvió para pasar la noche entretenida.
Luego de varias horas y de cenar en su templo, cada uno partío hasta su casa. Mi camino fue tranquilo, a esas horas no suele haber nadie, y ningun bandido se atrevería a enfrentarse ante un mago, bueno los hay estúpidos, pero por suerte para ellos, no se cruzaron conmigo...
Ah por cierto, comentar una cosa curiosa. Hoy es el día en que el Dios del Tiempo se vuelve loco y altera los hilos del destino y del tiempo a su antojo, de ahí que se sufriera un trastorno espacio-temporal y el tiempo cambiasé una hora hacia delante... Algo espectacular y digno de apreciarse, aunque la mayoría de gente duerme...
Sea como sea, dejaré este escrito por hoy, me pregunto si mañana será un simple día de estudio del arte de la magia, o ocurrirá algo digno de mención aquí...
En la fortaleza se celebraba una demostración de armas y armaduras, cosa interesante, incluso para un mago como yo, aunque claro está, siempre tuve interés por el arte del combate, pero eso ya es otra historia...
Como decía, se celebraba una exposición, y decidí ir a visitarla junto a unos camaradas. Ishtar la guerrera, Lura la clériga, Eiji el bardo, Mei la pícara y su amante Josh el arquero. Un gran grupo sin duda, algo caótico, pero es un buen grupo al fin y al cabo, aunque de ellos ya os hablaré en otra ocasión...En la Fortaleza, me esperaba un compañero de batallas perdidas, el caballero Sin Fluder, Kaworu para los cercanos. Había sido herido en batalla días antes y por ello tenía un puesto seguro, pero cansado, como custodio de las armas mágicas de poder que ahí se guardaban.
El camino fue un tanto angosto, las primigénias calles de la ciudad se retorcían una y otra vez para hacer la travesía difícil, incluso tuve que utilizar el conjuro de orientación para poder salir de ahí sin ningún tipo de enfrentamiento, pues a pesar de tener semejante fortaleza, los barrios cercanos son peligrosos, repletos de bandidos y traficantes de especias alucinógenas. Sea como sea, al cabo de unas horas, llegamos sanos y salvos, aunque cansados a la Fortaleza Antigua.
Kaworu nos recibió de forma amable, y mientras saludaba a algunos de mis compañeros, yo me deleitaba con las armas ahí expuestas. Armas que creía que no vería, ahí estaban... fue un gozo para mí, lástima que un campo metamágico impedía que pudiesemos apreciarlas con el tacto, pero es el precio para poder admirarlas. Una vez acabé de observar, decidí subir a la torre principal, para ver si había algo expuesto.
Arriba, en la torre, se reunía la mayoría de gentes. Barbaros y guerreros de diferentes raleas se congregaban alrededor de mesas, jugando a todo tipo de extraños juegos , importados de tierras exóticas. Incluso me encontré con viejos conocidos, espectros que creí que no vería por esos lares. No aguanté mucho el ambiente, demasiado pesado para un mago de baja constitución y poca paciencia como yo. Incluso una meretriz me acosó durante interminables minutos por motivos extraños...bajé rápidamente de la torre.
Nos despedimos de Sin Fluder, y decidimos ir al templo de Lura. Un lugar donde casi siempre ibamos a reunirnos, cómodo y eficaz y está en el centro de la ciudad, con lo que no hay problemas en la lejanía de nuestros hogares. Nos dividimos en 2, yo iría con Josh a buscar su carro, y el resto cogería el teletransporte público, que nunca iba del todo bien, pero uno ha de fiarse de los hechiceros de la ciudad si está cansado.
El camino hasta su carro se hizo ameno, y la ida hasta el templo más de lo mismo. Comentamos viejos tiempos, cuando él prácticaba con tiro, y yo era un simple aprendiz...Una vez llegamos al templo, estuvimos usando un curioso artefacto, que medía nuestro carácter en diferentes fases y te decía como eras. Yo no me fío de esos aparatos de dudosa procedencia mágica, sin embargo nos sirvió para pasar la noche entretenida.
Luego de varias horas y de cenar en su templo, cada uno partío hasta su casa. Mi camino fue tranquilo, a esas horas no suele haber nadie, y ningun bandido se atrevería a enfrentarse ante un mago, bueno los hay estúpidos, pero por suerte para ellos, no se cruzaron conmigo...
Ah por cierto, comentar una cosa curiosa. Hoy es el día en que el Dios del Tiempo se vuelve loco y altera los hilos del destino y del tiempo a su antojo, de ahí que se sufriera un trastorno espacio-temporal y el tiempo cambiasé una hora hacia delante... Algo espectacular y digno de apreciarse, aunque la mayoría de gente duerme...
Sea como sea, dejaré este escrito por hoy, me pregunto si mañana será un simple día de estudio del arte de la magia, o ocurrirá algo digno de mención aquí...
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